Sigue estos consejos para salir de tus deudas!
- Cuando pagues parcialmente la deuda, realiza los pagos mínimos en todo, excepto el de la factura con el menor monto a pagar. Una vez que la saldes, pasa a la siguiente factura con el menor monto a pagar. Este es otro truco sicológico, que te mantendrá trabajando en el plan porque verás un progreso.
- Hay 3 métodos para saber a quién pagar primero. Empieza por pagar la tasa de interés más alta, por cancelar la deuda mayor o por cancelar la más baja. Cada una tiene ventajas. Pagar primero la deuda más baja te dará la mayor satisfacción y pauta para el progreso, pagar primero la tasa de interés más alta te ofrecerá el mayor rendimiento de tu dinero y pagar primero la deuda mayor te aliviará. Sin embargo, es importante ser metódico.
- Págate primero. Muchas personas endeudadas colocan primero a sus acreedores y a sí mismas al final. Crea una categoría en tu presupuesto para un fondo destinado a imprevistos, que te ayude a amortiguar los gastos. Los artículos sabios que leerás te dirán que este amortiguador debe tener entre 3 y 6 meses de gastos. No te dejes confundir. Ahorrar algo, cualquier monto, para destinarlo a los gastos inesperados (por ejemplo, para reemplazar la transmisión de tu automóvil) es un gran comienzo.
- No consideres la consolidación de deuda ni las agencias de asesoría crediticia para el consumidor como tu primera opción. ¡Estas deben ser el último recurso! Si bien son tentadoras, si vas a tomar las riendas de tu vida, hacerlo por tu cuenta te ayudará a aprender las habilidades que necesitas para solucionar tu propio problema y evitar que estés en esa situación de nuevo.
- Recuerda que los pagos mínimos conducen al monto máximo de dinero que se paga con el tiempo. Pagar más del monto mínimo destina más dinero al saldo, lo que disminuye el monto de dinero que terminarás pagando en total. Ten en cuenta que algunos acreedores desaprueban esta práctica.
- ¿Puedes ganar más? La mayoría de las personas puede encontrar una forma de obtener más ingresos sin mayor problema. ¿Tienes una habilidad o un pasatiempo del cual podrías obtener algunos ingresos? ¿Tienes artículos almacenados o la capacidad de crear algo que las personas querrían comprar en sitios como MercadoLibre? De ser el caso, este dinero podrías destinarlo directamente a pagar la deuda. Además, este podría constituir para ti toda una nueva corriente potencial de ingresos con el tiempo.
- Si quieres algo, ahorra para luego comprarlo. Solo debes financiar artículos que sean absolutamente necesarios (para el hogar y el automóvil). No financies muebles, electrodomésticos pequeños ni vacaciones. Si no puedes pagarlo en efectivo, entonces no lo puedes costear.
- Haz un gráfico que muestre cuánto debes dividido entre a quiénes le debes (asegúrate de incluir la tasa de interés en este gráfico de menor a mayor). Empieza pagando a cada acreedor mensualmente y, cuando pagues un artículo totalmente, toma lo que les pagaste cada mes y destínalo al pago del segundo artículo más costoso hasta que hayas pagado todas las deudas a excepción del más costoso. En ese momento, todos los pagos mensuales que hayas realizado a los demás acreedores se destinarán al más costoso (muy probablemente la hipoteca de la casa) y podrás saldarlo más rápido de lo que piensas. También podrías hablar con tu banco local o cooperativa de crédito sobre sus programas acelerados de hipoteca. Estos programas ayudan a reducir rápidamente el capital de la hipoteca, ya que permiten reducir el interés del préstamo.
- Usa dinero en efectivo lo más que puedas. Pagar en efectivo tiene un impacto sicológico más importante que el plástico. Sentirás que gastas más dinero, por lo que no gastarás tanto.
- Visita a un asesor de crédito. Existen empresas de asesoría crediticia que ayudan a los consumidores al ofrecerles planes de reducción de la deuda para abordarla. Básicamente, tendrás que reunirte con un asesor y diseñará un plan para reembolsar tus préstamos. El asesor negociará con los prestamistas en tu nombre para conseguir la tasa más baja, lo que a su vez reducirá tus pagos mensuales y mantendrá intacta tu calificación crediticia. Los asesores de crédito trabajan para empresas privadas, así como para organismos gubernamentales o empresas sin fines de lucro. Ten cuidado: mucho de lo que estas personas pueden hacer lo puedes realizar tú mismo. Lee la letra pequeña para asegurarte de que comprendas los cargos implicados. Asegúrate de que tu calificación crediticia tampoco se afecte de manera negativa.
Fuente: Wikihow
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